Adiós (Quédate conmigo)

Me cansé de escuchar cuan amargo podía resultar un adiós. Una despedida a contra-corazón, desechar los pedazos a medio recomponer que dejaste en mi interior. Hacerlos definitivamente trizas, convertirlos en polvo. Aspirar aire, para así llenar mis pulmones y no dejar lugar alguno a ese insistente nudo que ya casi todas las noches me acosaba. Me arrebatabas el sueño. Encontrar la fuerza necesaria para soplar, y al fin, poder olvidarte para siempre, sin vuelta atrás. Sentirme por un efímero instante en la cima, lo he conseguido. Descubrir que lejos de ser una montaña, es un enorme acantilado. Y así, comenzar a caer en picado. Cerrar los ojos y descender sin fin. Cuesta creer que tocaré fondo. Juraría haber cavado un profundo agujero antaño. Una preparada trampa, ideada únicamente para ti. Cavé mi propia tumba y lo descubrí en el mismo instante en el que volví a quedar atrapada en tu mirada. Maldito el cielo de tus ojos. Maldita la picardia de tu sonrisa. Encontré placer en el masoquismo. Un amargo pero dulce dolor taladrando mis entrañas, exprimiendo el corazón, derramando más lágrimas que gotas llora el cielo esta noche. Y los días pasarán viviendo de mentiras. Fingir al sol, explotar bajo la Luna. Tan solo mi cama me conocerá realmente. Solo mis sabanas sabrán cuan amargo es decir adiós cuando el corazón tan solo suplica, quédate conmigo.



4 comentarios:

  1. ....aquí esta de nuevo el ave fénix, tan dulce y profunda como siempre.
    ... y los que observamos, simplemente. Felices.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y yo feliz por leer tu comentario.
      Muchísimas gracias. Me has dejado sin palabras.

      Eliminar
  2. Que bonito, escritora ;)

    ResponderEliminar
  3. Me encanta Miriam, tienes mucho talento.
    Ingeniera diseñadora y sobre todo creativa.
    te imagino diseñando un juguete para un niño
    con un cuento ilustrado (también tuyo).
    Por que no; " los juguete-cuento del desván de Miriam".

    ResponderEliminar